Mark Adkinson, como veis, un nombre muy gallego, es el primer inglés que conozco que se enamoró de nuestro país, que vio en este rincón del noroeste de España un delicioso paraíso.
Corría el año 2004 cuando este hombre de Mánchester que dice “nós os galegos” decide dar un giro radical a su vida profesional para dar paso a un nuevo proyecto, un sueño con el que quería devolver todo lo que nuestra tierra le había dado durante más de 40 años. En realidad su sueño comienza un poco antes, comprando una casa abandonada por décadas, en ruínas, que tanto llamó su atención durante años, cerquita del río, como era de esperar. Y tras el reto, crear en ella el lugar donde sentía que quería pasar el resto de sus días a la vez que construía la sede de una empresa familiar cuya misión sería ayudar a sus congéneres a conseguir una nueva forma de vivir en uno de los rincones más bellos del planeta. En el Noroeste de España, en la España verde, en GALICIA. .
Lo recuerdo: estaba yo embarazada de nuestra hija menor, Mark veía un proyecto fantástico donde yo solo veía una casa en ruínas y telas de araña, él con su típico humor inglés y el amor que desborda por cada poro cuando habla con cualquiera, cuando mira, cuando se ilusiona, cuando cree en algo: Humor y amor, la clave del éxito. Atónita atendía yo a sus visiones de espacios diáfanos, luz cálida entrando durante todo el día por todo el frente de la casa, calor de lumbre, suelo radiante, recuperación de todas esas vigas centenarias, todas la ventanas, contras y puertas que se pudieran, aquellos magníficos balcones de hierro hechos de una sola piezas, obras de arte en estado puro, todas aquellas piedras que siglos atrás han sido cuidadosamente apiladas con esmero, y tapadas con masas que obligaban los antiguos para evitar las plagas; todo estaba a expensas de la imaginación de quien pudiera verlo. Esto unido a sus palabras “algún día te dije que haría algo que no fuese capaz?, NO, nunca había engañado con sus palabras a nadie, asi que, cero margen de error. Quedaba confiar, arremangarse y a por ello. Sin plan B.
Lo hicimos los dos, en apenas 18 meses, una restauración exhaustiva donde el trabajo era sin medida, horas y más horas después de nuestros respectivos trabajos, esfuerzo, enfoque, risas, complicidad. Nunca olvidaré cómo en mi cumpleaños pedí una dichosa hormigonera que me ayudara a hacer toda esa masa con la que luego mis manos ponían el recinto de la casa. ¿Te imaginas? Lo hicimos! Siempre supimos que sería el templo que hoy es.
Mark no solo entiende, sino que adora la tierra, sus piedras, su historia, la idiosincrasia de su gente, que le consideran “ese gigante de Mánchester galego”, grande, muy grande a todos los niveles (mide casi 2 metros). Presidente de Ríos con vida, Asociación ecologista, premio nacional de medio ambiente en el 1998, plataforma desde la que ha protegido y protege la naturaleza, la pesca sin muerte, porque su filosofía no es otra que “El Río de la Vida”. Ahí es donde lo encontrarás en esencia. Lo recuerdo perfectamente, sentado en uno de los rincones de lo que hoy es el salón de nuestra sede, tratando de entender qué es eso de internet, eso que nos estaba poniendo en contacto con el mundo... si es que el mundo ha cambiado mucho en poco tiempo. Todo esto fue ayer.
Y ahí nos lanzamos, con un modesta página web llamada Grupo Country Homes www.galicianrustic.com que nos ha convertido en un canal para el mundo. Las experiencias que vivimos superan cualquier expectativa. Un PORTAL que ha conseguido conectar a gente de todo el mundo con nuestra tierra, con nuestra la cultura, nuestra esencia, nuestra forma de vivir. Aunando varias de las pasiones del fundador se crea lo que hoy es un referente en el sector de las propiedades rústicas, exclusivas, y con encanto. Una empresa familiar que desde uno de los ayuntamientos más pequeños de España es capaz de conectarse con cada rincón del planeta, y desde ahí cada día cientos de personas nos contactan por todos los medios a nuestro alcance.
Mi nombre es Rosy Costoya y para lo que nos ocupa, soy cofundadora de esta maravillosa empresa y compañera de vida de Mark, madre de dos de sus tres hijas. Soy hija de emigrantes gallegos, por ello nací en Francia (Annecy), y desde muy niña sentí el dolor en mi pecho cuando nuestras gentes abandonaban sus lugares, sus hijos, sus tierras para buscar un modo de vivir, no se podían conformar con sobrevivir.
Hija, nieta y biznieta de tratantes gallegos, hija de la tierra, del arraigo, sé lo que duele mirar atrás y preguntarte por qué una tierra tan fértil, productiva y maravillosa debe quedar vacía porque no hay trabajo, porque no puedes obtener una manera digna de vivir. Lo recuerdo. Palpita todavía en mi corazón.
Así fué por qué me hice Licenciada en Veterinaria, el regalo que le hice a mi clan, así lo sentí en su día. El veterinario era alguien muy importante en nuestros campos. Soy una estudiosa del ser humando desde que nací. He desarrollado varias formaciones a lo largo de mi vida, y hoy sé que todas ellas han estado encaminadas a este momento.
Estoy donde tengo que estar, desarrollando la misión de vida que con meridiana claridad reconozco, y es ser testigo y partícipe directo de volver a dar vida a esta España vaciada, convertirnos en ese canal que conecta de modo mágico historias y personas de cualquier parte del planeta que sienten el llamado de realizarse desde su YO SOY.
Aunamos nuestros esfuerzos los dos fundadores Mark Adkinson y Rosy Costoya. Nos formamos, estudiamos y el esfuerzo continúa y se contagia a quienes deseen formar parte de nuestro equipo. Es condición sine qua non. No son meras transacciones económicas, son ESTILOS DE VIDA, son EMOCIONES, es predicar con el ejemplo.
Sé que siempre me preparé para esto. Y esa es nuestra marca personal, única, de verdad, inexorablemente cierta.
Somos un equipo multidisciplinar, en constante evolución, con los mismos objetivos, los valores perennes bien asentados, ganas e ilusión, esto nos hace imparables. Así somos, así nos conocerás. Estamos detrás de cada uno de tus mails, de tus llamadas, de tus anhelos. Con nombre y apellidos, cada uno defendiendo su posición dentro del grupo, complementándonos para ser más prácticos y ayudarte en tu nueva aventura.
Sentimos profunda gratitud y orgullo por cada propiedad que nos es confiada su venta, la defendemos con honor, honestidad, y la representamos con todo un equipo que la blinda y la defiende. Nuestros clientes vendedores siempre están representados por todo un equipo que custodia sus bienes más allá de un contrato. Nos importa su historia, su legado. Y nos tomamos muy en serio el buscar ese candidato que sea digno sucesor de tan importante reto. He de confesar que la realidad suele superar nuestras expectativas de búsqueda y los clientes compradores que se nos acercan suelen sorprendernos con su calidad humana, su originalidad y sus proyectos, sus ganas de honrar los legados de nuestra tierra y su sabiduría que no hace si no enriquecer los lugares que habitan. Será que el ser humano bueno es mejor que cualquier proyección posible.