Cuidar de la madera exterior. Consejos para mantener su belleza y durabilidad
La madera es un material noble y cálido que abriga y logra una sensación de refugio y seguridad en cualquier espacio interior o exterior. Ya sea en forma de porches, vallas, suelos o muebles, la madera entona en armonía con la naturaleza. Sin embargo, al ser un material orgánico, está expuesto a los efectos del clima, como la humedad, cambios bruscos de temperatura, sol, o nieve y heladas. Es por ello que se debe realizar un mantenimiento adecuado. En este artículo, ofrecemos consejos prácticos para cuidar la madera en exteriores y garantizar su durabilidad y dureza.
1. Elegir la madera adecuada
Cuando decidas instalar una estructura de madera en el exterior, como una caseta de herramientas o si decides ampliar el porche, por ejemplo, procura escoger maderas de alta durabilidad que sean resistentes a la intemperie. Alguna de las mejores opciones son el roble (con gran densidad y resistencia a la humedad), el castaño (tiene alto contenido en taninos, lo que lo convierte en resistente a insectos y hongos), teca (con aceites naturales que repelen el agua) o maderas como el iroko e ipé (son maderas tropicales que soportan bien la exposición prolongada al sol y la lluvia).
2. Inspección y mantenimiento
Para evitar problemas mayores, es importante actuar rápidamente y tratar la madera para evitar que el daño se extienda a señales como:
- La presencia de moho u hongos, que aparecen como manchas blanquecinas.
- Grietas o deformaciones, causadas por la humedad o el sol.
- Señales de ataques de insectos, que se presentan como pequeños agujeros o serrín acumulado.
3. Limpieza y tratamiento adecuados
La limpieza es esencial para mantener la madera en buen estado y se recomienda hacer una vez al año. Para ello, debemos eliminar el polvo y la suciedad con un cepillo de cuerdas o un paño seco, lavar la superficie con agua, jabón neutro y un poco de vinagre blanco y por último, aclarar con abundante agua antes de aplicar su tratamiento. Evita el uso de limpiadores abrasivos o limpiadoras de alta presión, que pueden dañar la madera.
En cuanto al tratamiento adecuado, al aplicar productos de protección, logramos prolongar la vida útil de la madera. Existen diferentes opciones para ello, como:
- Aceites naturales como la linaza, teca o tung, que nutren la madera y realzan su color natural.
- Lasures, que forman una película protectora semitransparente que protege la humedad y rayos UV.
- Barnices especiales para exteriores.
Para evitar que la madera se reseque rápidamente, se recomienda instalar toldos para reducir la exposición directa al sol, elevar los muebles con tacos de goma para evitar el contacto directo con el suelo húmedo y usar fundas protectoras durante los meses de invierno.
Cuidar la madera en exteriores no solo mejora su apariencia, sino que también prolonga su vida útil y evita costosas reparaciones. Con una buena elección del tipo de madera, inspecciones periódicas, limpieza adecuada y tratamientos de protección, podrás disfrutar de la calidez de este material durante muchos años. Si deseas asesoramiento sobre cuál debes instalar o cómo, no dudes en contactarnos. Te pondremos en contacto con profesionales competentes de confianza que pueden ayudarte en el proceso.